lunes, 13 de diciembre de 2010

Palabras necesarias en la presentación de la Revista Delirium Tremens de Paolo Astorga



Esta noche fui convocado aquí para hablarles de la revista Delirium Tremens, del esfuerzo del poeta Paolo Astorga por hacer posible su segunda edición física, de la calidad de escritores que integran esta muestra, del cuidado del trabajo editorial y de todo lo que tenga que ver con esta enorme publicación, sin embargo creo que es necesario en primer término hablar del joven poeta que como el Rey Midas convierte en oro todo lo que toca, hablar de su fe inquebrantable por la poesía como instrumento de cambio, de su humanidad a prueba más que de balas, de envidiosos, de negativos y de mala leches; a sus cortos años este flaco que más tiene pinta de guardián de cementerio que de poeta, ha publicado 4 poemarios, ha sido merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales, editado a decenas de vates de distintos países a través de un sello propio, posee una revista virtual con más de 4 años y 40 números ininterrumpidos, es líder del grupo literario cantuteño “Letra en Llamas” y como si fuera poco, es el creador de la primera revista de poesía en audio del Perú.


Paolo Astorga es un muchacho de figura esmirriada, de mirada quijotesca, de un poco mas de 20 años de edad, cuando no está en los claustros universitarios en la Cantuta, funge de editor, diagramador, actor de reparto, camarógrafo que apaga incendios, entrevistador sin cuello ni corbata, poeta al borde del suicidio, escritor de operetas, de cuentos que sacan roncha a más de uno, director sin título de fanzines y revistas electrónicas, conspicuo hacedor de prólogos, reseñista consumado de libros, vidas y cuanta cosa haya que registrar en una página física o virtual para la difusión y el apoyo de todo lo que para él represente arte; un ser humano que como el filosofo Diógenes no necesita demasiado para ser feliz, apenas unas hojas, unos morlacos y alguna conversación bajo el cielo gris limeño que lo haga soñar con la historia de las letras peruanas, con ser parte de ese dromedario que se llama generación (termino ya en desuso)donde él sin proponérselo a fuerza de trabajo y talento comienza a tener un protagonismo a pesar que dentro de esta parchada carpa circense algunos payasos buscan minimizar su real importancia en las letras peruanas de este nuevo siglo.


Paolo como un artista real y verdadero es ajeno a todas las figuras y poses de los pseudo intelectuales y poetas que pululan por las noches limeñas, es un tipo frontal, sensible, ajeno a la venganza, la revancha o el odio tan de moda entre sus congéneres, no fuma, no chupa pero es pisado (bueno, es humano) apenas está escribiendo su historia pero no se la cree, sigue trabajando, pergeñando versos en una combi rumbo a Chosica, ideando el titulo de alguna nueva publicación en los salones de su facultad, igual que cuando estudiaba en el colegio y se daba una vuelta por el centro de Lima para ver a alguno de sus poetas de culto.


Tengo la suerte de ser su amigo, me cayó bien desde la primera vez que lo vi en la universidad, con ese aire medio intelectual y una voz grave que no pertenecía a ese cadavérico cuerpo, me comentó que había visto un libro mío en Amazonas, después lo escuché leer sus poemas en el Yacana donde me invitó a integrar la mesa de lectura. Siempre con esa fuerza que lo caracteriza, recuerdo escucharlo recitando sus versos como si se le fuera el alma, como si estuviera en trance o fuera parte de un exorcismo o de algún acto de posesión.


A Paolo le debo una entrevista que se quedó trunca por problemas técnicos, le debo una publicación que espero aparezca en los primeros días del próximo año, le debo ahora mismo mi presencia física en este lugar, por eso quería de cualquier manera estar presente (aunque sea a través de la palabra, que creo yo, es la mejor manera) para felicitar a mi amigo el flaco Becerra por su revista, pero más que nada por su calidad de gente, por su inagotable empeño y por la fe con que mira siempre el mundo, a pesar de los tiempos difíciles que le ha tocado vivir, y así celebrar con todos ustedes aquella inocencia y sagacidad que lo hacen un ser mejor aun; hermano poeta, gracias por ser para nosotros una especie de Flautista de Hamelin siempre encandilándonos con tu música llena de futuro.



Raúl Heraud,
La molina, diciembre de 2010.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Poemas de Timo Berger (Alemania)


El poeta Alemán Timo Berger nos hace entrega de este grupo de poemas que escribió recientemente a su paso por nuestra tierra y que tituló "Hecho en Perú".


Hecho en Perú


Un Waino chilla por el canal de Ayacucho TV
attenti, son las seis de la manana, Maicito Pelo d’Ambrosio –
el Hombre Poncho en su tapado de alpaka – canturrea:
“Ay Macito, eres Peruano como yo”.


En un bar de Los Olivos (Cono Norte) por la noche
el presentador de Diana Cari y los Mágicos del Amor
pregunta al público: De dónde son Ustedes? Qué lugar
tachamos del mapa con el próximo pedido?


Ay Maicito, La Nueva Perú luce en un letrero de la Panamericana.
Esta noche, te prometo, Diana Cari, todo el país será una Fiesta Chica,
tú y yo serémos Mil Melodías de Nuestra Tierra. Y una caravana
de la cordillera que deja su carga en los lockers de Lima.


Hospedajes, casas de ladrillo seco nomás, heridas graves
cuyos hilos perforan el cielo como las fibras de acero.
Al ton y son del arpa paraguaya se mudan muslos, troncos,
se gana dinero, terreno sobre el declive sin agua


ni pan. Hay un bosque de cemento, donde antes olivares,
dice el chofer de lo que pretende ser un taxi en camino
al aeropuerto. De Lima me gustan, consta, las muchachas,
quizás, y las muchas formas de rebuscarse la vida...



En El Dorado ***


Fujimori - bromea, supongo, Jaime Baily - debería quedarse sólo una década
en la cárcel. “Un año por cada año de su gobierno.” El Francotirador sumiso
en medio de la luz blanquiza de los focos. Con su flequillo
asimétrico, ese traje que disimula su físico, las risas que provienen
de una cinta digital, qué difícil resultó conseguir una entrada a su programa.


A treinta grados, en frente del pozo de aire en El Dorado, se descompone
la yuca picante de Piqueos Persa, una copa de Tabernero de Ica.
Cuando apago el aire acondicionado, se derrite mi silueta como la sombra
eléctrica del moderador en la pantalla interferida, cuando la prendo de nuevo
la Doncella de la Muerte viene a acompanarme, con su patas huesudas,


Iquitos, la verdad, es un infierno tropical, y eso que quien le está hablando
es un ateo, tropical a pesar de que aun no vi ni un árbol, ni una liana,
ni hablar del Amazonas (El río fue desviado hace un tiempo atrás
hacia el Discovery Channel, dicen que una mafia brasileira...)
La gente con su machete televidente y sus mascotas:


hormigas de todos los colores. Por fin en la Calle Raymondi una ensalada,
paltas cortada en abánico, un fruto dionisiaco curado por el jugo de limón…
A quién aún se le antoja el oro? El caucho? El crudo?
O sea, por qué los animales son los mejores hombres?
No sabemos...



Puerto Antequera, Paraguay

Hasta aquí llegamos, Douglas, acá donde se liberó
Una importante batalla contra el ejercito de La Paz,
cruzando el río está el Chaco, es tan cerca, pero tan diferente,

caliente, salvaje, Douglas en su coche parece
el eterno chofer de las almas perdidas, un tigre blanco,
en las garras un cigarillo de yuyo local,

Edgar Pou, su compinche, tiene todo un cultivo detrás
De su casa en el cerro de Lambaré...
esa exacta imprecisión con la que Douglas toma las curvas,

el prolijo desvío en su habla pornosonettista, esa (así) llegamos
al Far West del Paraguay, cercado por la sequía,
de casas bajitas, chacras y bosque ligero,

de ninias (niñas) jugando detrás de las rejas de un kiosko,
de galinas, chanchos, vacas magras, un pueblo
alentado por el Boom de la soja del siglo pasado,

De pastizales y porrotos, se llamarán mis recuerdos,
bromea Douglas mientras no para de girar el dial de la radio
buscando una cumbia, aunque sea un Merengue. Katchaka.




Timo Berger nació alemán pero hubiera preferido llegar al mundo en un suburbio de Lima. Estudió durante un tiempo, leyó la literatura latinoamericana desde Onetti hasta Bolano pasando por Vargas Llosa. Hoy se dedica a organizar festivales de poesía o talleres móviles por las grandes urbes del mundo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Poemas de Pedro López Ganvini

Pedro López Ganvini es un poeta que retrata aspectos de la ciudad con sarcasmo e ironía, desde la sordidez y la falta de fe habita la esperpentica urbe hastiado de sus habitantes, su hedor, su bulla, el caos y sus falsos ídolos.







Sabor y olor a barrunto

A El Agustino


Te dicen mi “ruca” linda, quienes en ti anidan
A lo lejos desde ya, te diviso
imponente, risueña y alegre
coqueta tus aires llegan a tus pies
de olores provincianos
A tus faldas bailan y “te gozan”
cada fin de semana ante todos
la rica chicha, Chacalón y Mojarras
menean tus faldas multicolores
Turbulentas como en alta mar
con el viento se agita
y silva al viento entre tus callejones y callejuelas
sudorosa sube tus infinitos escalones
para besar tus pezones en la cumbre
y arriba tranquilizar sus ánimos .

Llegan a ti de Barrios Altos y Mendosita y la rica Vicky
y avenida Grau
No hay Pedros Navajas,
sí cuerpos de piel partida y Sarita Colonia
y devotos de la viergen de las Mercedes
Noches lúgubres de París no extraño
ron, pisco, chimeneas de vidas que aspiran muerte
Respiran almas hacinadas, cuerpos, letrinas,
comida y pan que no quedó y sudor de hambre y sed

Y confieso que “te subo y te bajo”
temeroso y atrevido, por encantos
que encuentro entre tus casas
que como rosarios te adornan
te visten y eróticos te dibujan
San Cristóbal, San Cosme, Yerbateros, cerro el Pino
Parada, Tacora, terminal terrestre, carretera central.
Afiches de noches chicheras y huayneras y rockeras
Asustan el chistar de botellas que rompen tu corazón
Y bromas que acarician tus leyendas

Ya eres tradición, eres recuerdo
....eres vida eres muerte.




Lima de mierda...



'!Galletas, wafers, chicles, caramelos, cigarros¡'
'!mica de libreta electoral, agujas con hilos y regla de oferta¡'
'!maní, gaseosa helada¡'
menú de microbús

Humo, sudor
semáforos rojos o verdes o amarillos
congestionamiento de carros, triciclos y gente

Mendigos, pirañas, caminantes, pasajeros, prostitutas, patrulleros
cabros, ambulantes, letreros, fumones, lesbianas
tragamonedas, semáforos, tombos, accidentes, ambulancias
parejas, ermitaños, cigarros prendidos
paredes orinadas, carros viejos, micros sucios, combis locas
buenos rabos, malos culos.

Y sigo escuchando
'!Todo Wilson, todo Tacna.
Tacna, Rímac, piñón¡'
8 de la noche
y sigo viendo huevadas:
es el menú diario en esta gran Lima
jode pero hay que tragarlo todos los días

Lima de mierda...
no podría vivir lejos de ti.




Rebagliati (hospital)



Paz
Tranquilidad
Crucifijo al frente
algún quejido lastimero
susurro de voces y barullos y ajetreos externos
que trae el viento que se filtra
luz del día, de la tarde
crepúsculo y noche…
Calma. Tranquilidad
Sábanas blancas
Seres blancos que auscultan
Ángeles blancos que divisan por las puertas
y andan a escondidas
Espíritus blancos que quedaron atrapados
Calma,
Tranquilidad, sosiego, remedios y más remedios…
A veces hueles a cementerio…



Pedro López Ganvini (Caraz - Ancash, 1966) Entre su producción poética tiene Concierto de Romance. Lima, 2002. Petty producciones; en este poemario reúne sus primeros trabajos como: Cuando habla un corazón I (1984), y Cuando habla un corazón II (1988); Momentos eternos (1986), Señora mía (1987) y Transición (2000). Paralelo 69 (2000 Petty producciones); Memorias de una rata (Fondo editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. 2001), desórdenes (Petty producciones 2002), y, la plaqueta Semana Santa (Petty producciones abril 2003), En el enigma de tus ojos (Edición El rincón del loco 2004), Siluetas del tiempo (La poesía en el departamento de Ancash) vol. I. Publicó selecciones como: MP4 Jueves culturales en la Garcilaso (poesía peruana contemporánea); Cuentos reales (22 narradores peruanos contemporáneos); Corazones niños: poesía peruana infantil (vol. I-2007). Corrige un libro de relatos de su autoría para el 2008. También tiene a su cargo la revista mensual de poesía El rincón del loco.
Está antologado entre otras en: El ojo de la Aguja (La poesía en la universidad Inca Garcilaso de la Vega 1964 - 2002). En un abril de letras (Fondo Editorial UIGV, Municipalidad del Callao). Está incluido en Tres poetas periodistas (Risso, Má, López G. -2003) Fondo Editorial UIGV, Revista Alhucema (México), XXI poetas del siglo XXI (2006), Antología internacional de poesía amorosa (2006), El carnaval cordial de las distancias, Maribelina 2002; En un abril de letras (Fondo Editorial UIGV, Municipalidad del Callao), Ríos viejos voces nuevas (Otros aedas del milenio) Casa del Poeta Peruano 2003. etc, y sus artículos y poemas están dispersas en revistas y diarios a nivel latinoamericano. Formó parte de la comisión académica del V encuentro internacional de poetas Nicanor de la Fuente, Chiclayo 2002, por el fondo editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.

viernes, 3 de septiembre de 2010

La Palabra Enterrada de Denis Castañeda


Por: Raul Heraud



La Palabra Enterrada del poeta peruano Denis Castañeda (Editorial Juan Gutemberg, 2010) nos habla de un viaje a través de los sótanos de la vida, un poemario donde la muerte se transforma en embeleso, donde el poeta se sumerge tenazmente en busca de la victoria del amor.
El libro está dividido en tres partes o cantos:
El Fruto del Mausoleo, Entre Eros y Lo Transito y La Palabra Enterrada que no son más que: 1-la pérdida del amor, 2 -el deseo del cuerpo, 3-el amor y el éxtasis en la conjunción de las almas.

En El fruto del mausoleo, el sujeto poético se extravía en la desolación del amor fracturado, es un amante que vaga por los límites de la muerte, como Dante en busca de su Beatriz; su excelsa pasión agoniza en una cripta oscura como falso trofeo para nadie; Ya lo anuncia T.S. Elliot cuando en las puertas de aquel oscuro sepulcro nos advierte: Ojos que vi con lagrimas la ultima vez / a través de la separación/ aquí en el otro reino de la muerte.


Eres eterno litoral de cristales y cerezas
Y el amor que se materializa sin tregua
Al abrir tu fugaz existencia
Para posarnos dentro de la catacumba.



Acercándose a lo indecible Denis Castañeda construye en la metáfora su significado poético, en la musicalidad de sus textos reposa la forma; no es extraño mencionar el acercamiento del poeta a la poesía pura, el gusto por imágenes donde impera la belleza dentro de los versos es innegable:

Toco la primavera soluble
De tu cuerpo en el fruto
Que impacta al circuito (…)
Que brota en la flor de tu ventanal…


El poeta construye el corpus de este primer canto con la premisa de la muerte como sinónimo de separación y de ruptura, como destino fatal para los amantes; en el poema Manantial del alba y defunción, apreciamos la idealización del amor como hecho necesario para encontrar el equilibrio, la paz, o la eternidad; desde el poema Denis Castañeda deja señales, huellas con la esperanza de un nuevo amanecer:


El crepúsculo eleva el origen
El cosmos decora la atmosfera
(…)
El terciopelo natural es eterno…


Pero los poemas terminan casi siempre con un halo de fatalidad, existe un impulso tanatico marcado en el destino del sujeto poético que lo acerca forzosamente a ideas donde el acto carnal puede conducirlo a través de soterrados mundos, a sufrimientos insospechados, existe una idea latente de entender el amor como un eterno sacrificio, como una constante lucha contra la muerte.


En la palpitación de tu maquillaje
Ahora rompo el cristal de tu ensueño
Para navegar en las palpitaciones de tus riberas
Y absorber el polvo de los cantaros
En el silencioso camposanto.



Entre Eros y lo transito, segundo canto del libro, la musa se convierte en el acto poético, en este capítulo, el poeta es seducido por una mujer que aparece por primera vez en carne y hueso, no de forma idealizada, sino mas bien viva, reina de las catacumbas de la vida, como el mismo poeta menciona “en el hoyo perpetuo”, haciendo de aquel cuerpo su altar, su obsesivo fetiche :


El campo incierto y la cripta
Nos esperan radiantes como el reflejo de tu piel
Para consumarnos
En el valle
Del descanso



Es por eso que desde ese otro mundo el poeta transforma a la muerte en posibilidad de vida, a su musa en cáliz sagrado, real objeto de su adoración, pira donde sacrifica todas sus muertes, la lucha por el amor correspondido se convierte entonces en su leitmotiv:


Ave o nido que tal vez en la oscuridad palpita-
En el filo del labio que ha cortado a los granos
O al estambre
En el beso memorable de la expiración
----------------------------

Quizás desconocías
Que antes de amarte no olvide tu embeleso
Y rodé herido por abismos y escorias
Hasta llegar a fenecer.


La conciencia es el receptáculo moral del ser humano, ser ajenos a ella nos vuelve seres inferiores, netamente instintivos, aquí el sujeto poético conmina a su contraparte a despojarse de su yo que actúa como límite del verdadero entendimiento de los cuerpos, la razón no entiende jamás los actos de amor, la verdad erige su reino mas allá de la conciencia:


Acércate y no te acerques a la conciencia
Que replica a la muerte
Y al mismo tiempo se transforma
En tu rostro…



En el III canto, La palabra enterrada, confirma el mito del triunfo del amor sobre la muerte, es el instante en el que la vida transgrede el tiempo y los amantes perduran a través de la palabra, dentro del reino de la muerte también se enarbola la bandera de la felicidad:


¿Conoces el estigma de mi
tinta?
No es arduo
Concebirte entre la sombra…


Los amantes vencen a la muerte o simplemente se sumergen en sus sensuales aguas, únicos y triunfantes, les basta los sentidos y la intimidad de la carne, les sobra inmortalidad:


Y mi leguaje se convierte en el destilador
Que te acecha
Y el sabor de la esencia
Te sostiene al borde del lecho cuando explotas antes
De expirar…



El misterio de la vida se funda en la unión de los cuerpos, en la búsqueda muchas veces infructuosa de la felicidad, ¿qué fuerza se esconde dentro de los seres humanos que logra trascender la existencia con sus actos de amor?, la PALABRA ENTERRADA del poeta Denis Castañeda nos habla de ese misterio que lleva al hombre a realizar acciones que retan al destino y vencen a la muerte; como escribiría Vicente Alexandre:



No puedo concebirte a ti, amada de mi existir,
como solo una tierra que se sacude al levantarse,
para acabar cuando el largo rodar de la vida
ha cesado.



Raúl Heraud
La Molina. Agosto de 2010

jueves, 19 de agosto de 2010

MIGUEL ILDEFONSO


Miguel Ildefonso, poeta peruano, viajero incansable, capaz de esgrimir versos de tanta calidad como si su habitación fuese una fabrica inagotable de experiencias y de buena poesía; Nos envía desde algun tren o alguna concurrida plaza europea estos sentidos versos, llenos de simpleza y profundidad con las que Miguel suele deleitarnos.



Musa Punk


Ella era anarquista,
le llegaba al pincho las formalidades también.
No toleraba las ataduras de familia,
de escuela, de normas, mucho menos de amor
(si es que el amor era de cadenas de hierro).
Ella se jugaba los ovarios
entre conciertos anarko punks,
comida barata,
viajes largos por Europa sin correa de seguridad.
Ella era libre
hasta de su libertad: tenía un cuerpo
de chica del Renacimiento
(su belleza iba por ahí también).
Bostezaba en las iglesias, en los callejones,
en las peluquerías.
Tenía un percing en la ceja izquierda
(y eso era lo único que la ataba a esta vida).





Vieja Canción de Amor



Cuántos trenes he recorrido,
cuántos aviones he caminado,
cuántos buses he volado,
y sigo escuchando esta vieja canción de amor.
Casas en los caminos,
muchachas que estarán oyendo la misma canción.
Compré cientos de boletos,
vi miles de relojes,
perdí maletas,
perdí partidas y llegadas,
y sigo escuchando esta vieja canción de amor.
Quise bajarme a sembrar algodón,
quise saltar a robar una gasolinera,
quise correr a vivir en una isla.
Bajo los tejados los perros bostezaban,
bajo las farolas los gatos jugaban al ratón,
bajo las estrellas la gente tomaba fotos y gritaba.
En cuántos bares devoré mis lágrimas,
en cuántos cafés senté a mis zapatos,
en cuántos hoteles asesiné a las moscas.
Y sigo escuchando esta vieja canción de amor.




Los Consagrados


Qué estúpido poema he leído.
Aunque no era mío
lo he sentido como muy mío.
La poesía no pertenece a nadie.
Dios pertenece a sus creyentes.
La fe pertenece al vacío,
y el vacío es un desgarro del corazón.
Pero qué estúpido poema acabo de leer,
por dios!
No deberíamos escribir más poemas.
Todos los poetas,
premios nóbeles aun vivos,
poetas funcionarios,
poetas comprometidos y no comprometidos,
poetas gays declarados abiertamente
y nunca declarados ni en sus poemas más íntimos,
poetas alcoholizados,
poetas en ciernes,
todos deberíamos ponernos de acuerdo.
Un Concilio de Nicea
o algo así.
Nos deberíamos poner barbas postizas
los que no tenemos barba.
Declarar, bajo la tutela de Nicanor Parra
(yo propongo a Nicanor Parra),
que dejemos a las palabras en paz,
que un poema bueno y perfecto
es igual a otro estúpido (como el que acabo de leer).
Poema genial o estúpido
que más da!
Dejemos en paz
a las palabras.








martes, 29 de junio de 2010

EL ALCOHOL DE LOS ESTADOS INTERMEDIOS DE GLADYS MENDíA


Por: Raúl Heraud


El alcohol de los estados intermedios” (Fundación editorial el perro y la rana) reciente publicación de Gladys Mendía (Venezuela - 1975) nos muestra, desde el interior de su vehículo de carne y hueso, toda la fragilidad humana, la resignación como sinónimo de culpabilidad, el caos en el que se suele subsistir cotidianamente, el límite al que solemos estar expuestos. Nos encontramos ante una voz que incendia la vida, que busca el equilibrio, que lucha contra sus demonios internos, que advierte el existir como una mueca absurda del destino:



solo somos parpadeos con nombres confinados y
finados nombres repitiendo los mismos incendios
caen los pedazos de piel mientras caminamos y
conversamos y comemos y dormimos…



Existe cierto sometimiento a lo largo de este viaje, cierto gusto por el estado angustiante en el que se desenvuelve el yo poético. En medio de la ponzoña, también encontramos vida, calor, fe. Bajo la sombra tóxica del esperpento la felicidad también puede ser posible, menos gris, pero igualmente desesperanzadora. A través del pirómano discurso la poeta va destejiendo la vida como un trapo raído e inservible:


destejer hay que destejer acabar con el rito la voz
se construye mientras arde fríamente el intelecto es
caricatura el viaje se ha iniciado…



Dentro de estas páginas la imagen de (la caverna) se constituye en un elemento repulsivo, disociador, es la figura a la que hay que doblegar, incendiar, aun cuando el alma y el cuerpo se tornan el receptáculo de todo el dolor y la angustia, aun cuando el eterno barco a la deriva no haya de triunfar sobre el objeto maligno:


(…) la caverna es el / espacio sin forma
sin forma ni claridad no hay / reflejo
pero todo arde viéndose el incendio es el
parpadeo que esconde el espejo




¿Qué camino tomar cuando la vida se cierra hasta no dejar ni una puerta de salida? Aquí los poemas actúan como una válvula de escape, son ese otro yo proyectado en el papel, el doble dentro del espejo, un vehículo que la poeta usa como forma de liberación. El siguiente texto encierra toda la fuerza poética de Mendía y creo que traduce muy bien el alma de este libro:



procreo sin semillas soy tan FERTIL como el aullido
del mar velocidad máx. 90 dicen encienda las
luces en el túnel como si uno ya no estuviera encendido
hace siglos no hay DESVIO no hay regreso llamo
por el teléfono de emergencia
el túnel mira dentro de su ojo un luminoso cadáver




Los caminos se han transformado en venas abiertas, acido para la carne aún viva. Las imágenes han sido dinamitadas por las palabras que actúan como señales de advertencia, dentro de un trayecto mohíno, vívido, reincidente:



COMIENZO DE CAMINO SINUOSO (…)
DISFRUTE EL PAISAJE (…)
SR CONDUCTOR MANEJE A LA DEFENSIVA (…)
BOSQUE NO PRENDA FUEGO (…)
FIN DE CAMINO SINUOSO (…)




El descenso ha terminado. Gladys Mendía encuentra en los estados intermedios de la palabra un nuevo punto de partida, una tabla donde aferrarse: el fin no es el fin, es la incógnita que deja una vida incendiada por la poesía:


el alfabeto en tránsito es la ruleta rusa
la autopista cuando es río se libera del juego




Raúl Heraud
La Molina, Junio de 2010

viernes, 18 de junio de 2010

Voz Efímera - Primera revista de poesía en audio





Desde siempre la poesía ha viajado mucho mas rápido que el poeta, los poemas llegan al pueblo y se hacen cantos populares, el poeta pasa a convertirse en una anécdota, se vuelve el firmante de la obra de arte. Hace aproximadamente 130 años se invento el primera aparato que grababa cintas magnéticas y poco después de la mitad del siglo XX Pablo Neruda conmocionaba a todos con su voz cancina con aquel mundialmente conocido 20 poemas de amor y una canción desesperada. Personalmente quiero decirles que también he sido seducido por los poemas en audio grabados en cintas en la década de los 80, pude conocer la juvenil voz de Javier Heraud a través de su poema Mi casa muerta leído en París en los años 60 y también conmoverme con la asmática voz de Eliseo Diego leyendo En la calzada de Jesús del monte; y es que en tiempos donde no pensábamos siquiera en la posibilidad del internet el casete llego a mí mucho más rápido que el libro de Eliseo, así como algunos poemas de Jaime Sabines, Mario Benedetti y Juan Gelman, cruzaron literalmente el mundo para sumergirse en mi humilde habitación en el distrito de Lince a comienzos de los años 90. El éxito de estas cintas y creo yo lo que le daba cierta ventaja sobre el libro, es que podías literalmente tener al poeta en directo, hablando para ti, a cualquier hora del día y en cualquier lugar, escucharlo con los amigos y detener el dialogo poético, cuantas veces quisieras para reiniciarlo siempre una vez más. En la voz del poeta hallaba la calidez que no encontraba en los libros, podía imaginar qué tipo de personas eran con solo escuchar aquellas voces que salían del antiguo toca disco que me había obsequiado mi padre; Si fumaban, si usaban sombrero o bigote, si eran altos o bajos, todas esas extrañas elucubraciones me asaltaban cuando apretaba play para dar inicio al religioso encuentro, yo fumaba un cigarrillo mostrándole mi atención y respeto al poeta que en mi habitación y ante una concurrencia masiva (3 o 4) nos regalaba un intimo recital, leyendo sus poemas de forma apasionada y cada vez mejor desde el grabador.


Ahora los casetes han quedado de lado, es el tiempo de los discos o Cds, tiempos del internet y los programas que te hacen constructor y director de todo lo que el ingenio aguante, felizmente para los que amamos la poesía en audio, leída por el mismo autor, los poetas César Pineda y Paolo Astorga tuvieron la magnífica idea de capturar las voces de poetas como Enrique Verástegui, Carlos Zúñiga Segura, disfrutar de la sonoridad del entorno, la calle, los autos, el propio jadeo del autor ante la emoción generada por un verso, a fin de cuentas, el poema sucediendo en ese mismo instante.


El disco no deberá sustituir al libro, pero creo que es un modo práctico y económico para poder acercarse a la intimidad del poeta, tener un dialogo con el autor, porque la poesía no solo es página cubierta de extrañas combinaciones y acertijos, es además corazón, voz, piel, silencio, ritmo, sensación, imagen y sueño constante.



Raúl Heraud
La Molina 11 de junio de 2010

martes, 15 de junio de 2010

Poesía de Sebastián Miranda Brenes (Costa Rica)


Sebastián Miranda Brenes, poeta y amigo que conocí en el XV Festival Internacional de Poesía de La Habana, nos hace entrega de su mas reciente trabajo poético:




Arte poético


reproducir el reflejo del espejo contra el espejo
las imágenes del ojo contra el ojo:
esta quilaridad que conduce al olvido



Cálculo solitario

“La soledad es la ecuación
de la vida moderna”
Fito Paéz



Aunque nos sumemos
hasta multiplicarnos,
siempre seremos uno.

Más ahora que nos mutilamos los brazos,
caminamos con la cabeza entre las rodillas,
nos arrancamos los ojos
para evitarnos.




---------------------------


Las ardillas son monstruos veloces
que nos arrancan los ojos y
los conservan para el invierno




Muletilla



éste que sonríe y abre una grieta éste
que lucha y causa un tremor éste
que lleva temor con sabor a olvido éste
que se cree inerte éste
que con llanto desliza cordilleras éste
que camina de espaldas al tiempo éste
en cavernas submarinas éste
con cicatrices incontables como arena éste
suspendido éste condenado a seguir la ruta del mundo




Sebastián Miranda Brenes 1983. Químico industrial ambiental. Miembro del taller literario Netzahualcóyotl, actualmente pertenece al grupo los coyotes hambrientos y al grupo literario de la Universidad Nacional. Todo su trabajo se encuentra inédito. Participó en la organización del festival internacional de poesía de costa rica, con sede en Heredia.

jueves, 10 de junio de 2010

LOS TRÉMULOS LATIDOS DE CESAR REYES CASAS



Por: Raúl Heraud


César Reyes Casas, joven poeta peruano que ha publicado el poemario Trémulos latidos (Editorial La Merced - 2009) pergeña sus paganos versos desde algún doliente Sinaí. Versos llenos de refulgente amor correspondido en algunos casos y en otros idealizando el instante que quizá nunca existió: “nunca te fuiste/ fui yo quien se marchó”. Y con esto nos recibe este estentóreo poeta quien nos hace recordar los versos del poeta insigne César Vallejo “por el exceso de pensarnos/ entre los maderos clavados,/ húmedos de tanto beso fulgurante…” poniendo sobre un pedestal el cuerpo de la mujer, elevándola a otra categoría como lo hizo Vinicius de Moraes en su clásico poema Receta de Mujer, enalteciendo los dones de aquella deseada fémina “y en tu mirada reflejábase mi respirar,/ cansado por imaginar tu curvada figura”.


Los poemas de este libro muestran un desmedido enfebrecimiento por el sexo opuesto: “quiero sentirme en el Amazonas/ y sentir su eterna vida verde/ para probar lo silvestre/ de tu virgen cuerpo” y “fuiste el cénit de esos segundos/ y yo el nadir de esos siglos…” una clara idealización del amor visto desde los ojos de un procaz amante.


Trémulos latidos nos recuerda las epístolas de Goethe en Werther “me sentí caer en el averno/ era tan lúgubre/ que solo desee no verte más” y ante esta visión catastrófica el libro como un laberinto infranqueable va agotando sus salidas llevándonos al final de sus páginas a naufragar en la más absoluta desilusión. Porque el amor además de pasión, es excelsa locura, aguas en las que parece haberse sumergido el poeta:




VII



Escuché el pálpito melodioso
el vaivén de suspiros agónicos
de mis peores horas
en mi mejor intento de ser hombre,
solo bailar por las nubes anhelo
aunque a tu diestra agonice
y solo ofrezca muestras egoístas
aferrándome a vivir,
bailemos acompañados por esta melodía,
ciñéndome a tu piel no me sentirás
por ser solo un recuerdo
solo un mal recuerdo,
cómo poder sonreírte y no morir
esfuerzo inútil para mis años
cómo recibir tus palabras y no morir
esfuerzo imposible para mi ilusión…




Raúl Heraud
La Molina, junio de 2010

miércoles, 9 de junio de 2010

POESíA DE RICARDO CANIZALES (COLOMBIA)




“Al principio, uno se encuentra escribiendo sobre algo nubloso que apenas percibe con las tripas. Luego resulta que conoce su futuro, que toda aquella oscuridad y niebla traducía un camino bifurcado cuyas sendas ambiguas conducían a sendas ambiguas que conducían a sendas ambiguas que conducían… a ese eterno final que resultó ser el principio”. Así es como define este joven poeta colombiano su forma de escribir y de buscar los temas, los enigmas y la profundidad de su obra. Además en ese camino de la definición en la escritura, agrega: “Uno empieza por decir: Algún día encontraré, y acaba dándose cuenta que todo se trata de buscar, solamente”.

En Poemas para nadie, Canizales muestra una serie de secuencias poéticas enlazadas por un tema, que da forma a varios poemas; él mismo define este trabajo como el resultado de las búsquedas que no se encuentran, una exploración de sensaciones y de imágenes, tal vez producto de su amplia experiencia con el teatro.

Canizales, piensa constantemente en la definición de la poesía -ese interrogante es lo que constituye su obra- y en esas indagaciones ha encontrado que la poesía debe revaluarse, que ya no es esa posibilidad de la belleza; lo bello, como él mismo señala, es sólo un elemento más de las condiciones que posibilitan la poesía.




Jhoana Marcela Rozo
(Corresponsal en Colombia,
Revista La Más Médula, Argentina)









EL VERBO ESTÉRIL
(Secuencia poética)*

*Del libro inédito: POEMAS PARA NADIE



1.


Cómo ha llegado hasta mí
Esta pregunta
Halada desde sí misma
Por grietas ilusiones.
En el último escalón le veo cansarse
Sin saber si desciende o llega arriba
Me aferro a su angustia
Su peso es doble
La respuesta se hunde a nuestro paso.






2.




Déjame estar en ningún lado advertido por el ánimo
Espérame ahí donde no conoces el modo de verme
Haciendo
Quietamente
Vacío de los ojos: epitafio de las ganas.


Han debido sugerirme. Tal vez el sueño
Y la noche de los que no he conocido
O el susurro, más allá de lo que supones
Y tu misma sensatez tantas veces conjugada
O la mía, estática al borde de mí mismo.


Y en esa invocación de certeza y verdades
De nombres y requisiciones
No lo supe
De repente
Más acá de mí mismo:
Súbita inanición de piedra congelada:
Exilio del vilo y la repetición
No ser de la memoria.




3.



Muda
Hasta la premonición
La palabra
No es, el sonido en su abismo
El eco es absurdo en su fábrica de huellas





4.



Es y el es
Estéril
Sin nombre, sólo. Sin nombre.
No allá. No aquí.
Sin nombre y sin nombre
Verbo sin verbo
Vacío.





5.




La idea del lugar y la silueta acosada del hombre
La idea del hombre y el lugar supuesto
Está, algunas veces nuevo o invocado
El hombre en su lugar de asfixias
Pero no está la asfixia




Cómo el hábito
Certero y prudente
Vasto y temporal
Cansado y vivo
Cómo, repetido y sincero
Mudo e interrogante
Cómo, vacío y denso
Caótico y prescrito
Despierto, seco
Inmóvil y vivo




Ansia de la palabra que no existe
Sugerencia de lo definitivo
Grieta que me esconde
Puerta que entre y sale
A la vez
De sí misma.









6.



Si niega se niega
Se paradoja y deshace
No hay escepticismo que redima
Redención es ruido
Ceguera las progresiones.
Un hombre o
Una mujer suspira
Se hace horizonte
Su silueta
Disuelta ahí
En lo que la distancia
Despoja.



Todo se ha parecido
Hasta los días
Nuestros
Necesariamente ajenos
Y aparentes.



Resolvimos el miedo con el nombre
Nombramos la distancia
Nutrimos la nada de voces
Ambiguamente ciertas.



El ser el horizonte
Lejano e inexistente.


Un hombre o
Una mujer
Se agotan en el sueño:
El viaje imposible hasta sí mismos.





7.



En mí
Quieto en él
Lo que de ser, lo que soy
Imposible a mí mismo
Sin presencia y nombre
Sugerencia de un camino
Hacia un camino…
Metamorfosis de lo que es
En lo que es
Sentencia del verbo




–Llámale, pide que salga.
–No está afuera.
–Que entre entonces.
–Salir no es diferente
– ¿Dónde está?
– ¡Ahí!
– ¿Dónde?
– ¡Aquí!
– ¿Entonces para qué una puerta?
–No es una puerta.
– ¿Es verdad?
–Ni siquiera eso.
–Se abre y se cierra.
–Eso es seguro.
– ¿Entonces?
–No sabemos cuándo está abierta.
–Cuando podemos pasar al otro lado.
–Eso quisiera creer.
– ¡Es verdad!
–Ni siquiera eso.




Sensación sin sentidos.
Nada en ella.
Lo humano.




Es por no ser
No por dejar de ser.




8.



Delante de mí
Al lado mío
Soy.
Atrás al otro lado
No es, el movimiento.



Dentro de mí
Afuera.
No es, el espacio




Tan sólo ayer soy futuro




Mí, no soy
Yo, tampoco.










Ricardo Canizales: Nació en Guadalajara de Buga, Valle del Cauca, Colombia, en 1978. Actualmente vive en Cali. Su experiencia con el arte y la cultura es amplia. Actor y tallerista en el grupo Teatro Sueño Latino. Participante varias veces del Encuentro Nacional e Internacional de Narración Oral de Buga. Fue cantante del grupo de rock alternativo Normopatía y en Jafari Trío (Música colombiana). Ha publicado en Arquitrave, revista de poesía colombiana, edición virtual e impresa en el 2008. En Casa de Asterión, revista peruana de poesía, edición impresa en octubre de 2008, en la sección "El sótano se bifurca” (creación-poesía). Y en la revista literaria azul@arte, edición virtual, entre otras.
Hace parte del colectivo artístico EXILIADO INTERNO en el que el trabajo como curador artista lo lleva a ser parte del salón regional de artistas 2009 y del salón nacional de 2010 en Colombia.
Desde el 2007 le apuesta a su propia publicación virtual en los blogs literarios
http://umbralpoesia.blogspot.com y http://equispersona.blogspot.com
Actualmente trabaja como bibliotecario.

miércoles, 2 de junio de 2010

Culminó el XV Festival de Poesía de La Habana 2010

Acaba de culminar el XV Festival De Poesía de La Habana dedicado a la poesía de los pueblos bolivarianos en el bicentenario del inicio de las luchas por la independencia de América, y a los centenarios de José Lezama Lima y Miguel Hernández; Fue un encuentro en el que participaron poetas de más de 25 países y que tuvo un despliegue de lecturas poéticas no solo en la capital sino también en ciudades del interior de la isla como Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Pinar del Río y Ciego de Ávila.

Esta fue nuestra tercera participación consecutiva en el festival que tuvo además de buena poesía, presentaciones de libros, coloquios, lecturas en público, y como si fuera poco se hicieron presente otras artes como el teatro, la danza, la música y la plástica.


Los poetas venidos de diversas partes del mundo literalmente tomaron cuba, realizando lecturas en bibliotecas, calles, bares, plazas, escuelas, instituciones, y en los lugares más recónditos de la isla, es necesario decir que la palabra brilló con luz propia en este inolvidable festival.

La poesía fue durante la semana del 23 al 30 de mayo un motivo de unión y de amistad, de fehaciente manifestación por un mundo mejor, de un entero convencimiento de que esta es indispensable para el desarrollo de nuestros pueblos y que es capaz de concebir un mejor ser humano.

Es necesario mencionar algunos nombres a los que les agradecemos infinitamente por su amistad, personas que ratificaron aquella semana que la poesía es un concluyente acto de fe, que es la forma más pura con que se manifiesta el hombre: Sinesio Verdecia (Cuba),Luis Yuseff (Cuba), Gladys Mendía (Venezuela),Ricardo Canizales (Colombia), César Toro Montalvo (Perú), Fausto Larraguivel (México),Sally Crabtree (Inglaterra), Daniela Camacho(México), Cristina Domenech (Argentina), Thays Margarita(Cuba), Pedro Nazar(Argentina), Robín Rey (Cuba),Karel Leyva(Cuba), Marlene Alfonso (Cuba), Raúl Campoy (España), Rosa Báez (Cuba), Obediah Michael (Bahamas), Damia Mendoza( Ecuador),Fernando Rendón (Colombia), Irasema Cruz (Cuba), Alfredo Nicolás (Cuba), Álvaro Inostroza (Chile), Christian Avecillas (Ecuador), Alex Pausides (Cuba) y Aitana Alberti(Argentina).

A todos ellos nuestro respeto y admiración desde esta parte del mundo.

Desde ya los esperamos en el XVI festival de poesía de La Habana.
Hasta el 2012 Poetas.


Raúl Heraud

Lima 2 de junio 2010



























jueves, 13 de mayo de 2010

POESíA DE IRASEMA CRUZ (CUBA)

En Artemisa - Cuba con Irasema Cruz y el poeta ecuatoriano Christian Avecillas luego de una lectura poètica

Poeta y actriz cubana, de verso fustigador, es a mi entender de las principales voces que han aparecido ultimamente en latinoamerica. Tuve el placer de haber compartido lecturas y conversaciones durante la Fil en La Habana, y en el Festival de poesía en la isla. Dueña de una personalidad caribeña, Irasema además de escribir excelente poesía posee el don de hacer más felices los corazones.



VIII Homilía


Nunca he sabido para qué sirve la escritura y soy un inocente que dormita en los vitrales. No me importan las canciones ni los muertos que flotan en mi pecera.
Compro el periódico, almuerzo en una esquina, chiflo... Me masturbo con la misma soga del demente.
A mi madre no le gusta el silencio de la palabra, prefiere el gélido sonido del ángel que levita.
No sé escribir, mi alma no sabe otra cosa que estar viva y le es suficiente. A los juglares se les quema el contrato de la buenaventura y en los desiertos se juzgan niños infestados, prostitutas que se lanzan a desnudar mundos, drogadictos que cantan la homilía del hambre; se alquilan Mercedes último modelo, noches y puñaladas que ponen fin a la Historia.
Veo debajo del cabello a una mujer y debajo de la mujer una rosa y debajo de la rosa a un insecto que no vuelve a la ciudad ni siente las setenta y cuatro rimas que salvan del abismo a una ciega. Veo la camisa del soldado y no descubro el mensaje que dejó la nave de Odiseo.
El precipicio está a setenta y tres lunas. No sé escribir y soy un inocente como mi madre, que ha muerto a la espera de setenta y dos billetes de lotería en una cárcel donde Flora tiene grandes pies y un tacón jorobado.




XXXVI MUJER màs turbada




Me acostumbro a la misma mujer que invariablemente
masturba al soldado de guardia en un peldaño de la
escalera.Con el semen del infeliz hace temblar las vigas. A
los gritos del diletante la pordiosera revuelve los peces en el
rectàngulo y se marcha con algo de pena en la cintura.
La maldita circunstancia del agua por todas partes la
detiene. Frente a sus ojos las calles han variado su destino.
Nunca estuvo màs lejos la hormiga que ayer. La sorprendiò
desnuda el mismo rostro y tuvo ganas de gritarle sin saber
que los pedazos de su boca los habìa vendido por treinta disparos.
La eterna miseria que es el acto de recordar estrangula su
instinto constantemente. El soldado de guardia se repone y
la abofetea. La hembra se lava los pezones
mientras escucha el discurso del presidente. Aùn sin
recluirla bajo el hedor del puerto, el soldado se detiene a
contemplar el movimiento de los peces.






XLI MONEDAS DE CHOCOLATE


Hoy morirá Dios; me alegro de ir a su entierro. Estoy parada en el umbral, me bostezo una lágrima, mis rodillas se doblan en las monedas de chocolate que atesoro secretamente debajo de la almohada de mi niñez y nada ha cambiado en la apariencia de los otros,-los fantasmas pasivos que inundan mis recuerdos-. Dios está muy alto en los años. Veinte y cinco rubias lo peinan y lo duermen pocas horas antes de que el miedo lo venza. Él no entiende de nosotros, deforma la carne que vistió. Las rubias no hablan, inventaron un idioma sólo para ellas, para el momento de las náuseas. Las historias de amor no cuentan las verdades, siguen el orden cronológico de los hechos.
Ayer lo vi dormido, aparentaba una convicción inexistente en su diálogo con la inmortalidad. Las páginas en negro testimonian su aflicción, su convocatoria a huir. Una vez le sugerí que el sonido no es una congestión de las diatribas, por algunas horas estuvo callado, fértil, lejos del cementerio. Yo soy una de sus rubias, la que se pinta de rojo y le escribe poemas de amor. El animal es siempre monte...no tardó en salir a las calles y maldecirme; la ciudad no supo el motivo de aquella reacción. Quedé en vigilia veinte y cuatro largas semanas de silencio, al cabo de ellas destinó el castigo, me sorprendí en el umbral sin recuerdos, sin mi cabeza, con el trozo de algo semejante a una sábana cubriendo mis hombros, por si alguien me reconoce que no huya despavorido; la razón es otra, -cómo una mujer sin rostro va a entender- el mundo.
Mi cabeza la guardaron en su tumba. Las historias son tan libres como el chocolate en las monedas. Dios tuvo días en que amarró mis cabellos al pináculo de su mente. Por qué veinte y cinco rubias, y yo, la menos virgen de palabras, fui la elegida. Chorrean mis venas debajo de la sábana. El trashumante no comprende. Quizás todo exista con mucha lentitud y el ordenador esté diseñado para otro tiempo. Dios no quiso verme cuando me trajeron de vuelta; el resto de las rubias lo asediaban. Busqué el sitio donde mi cabeza quedó al acecho, por instinto de alguna memoria ella se delataría; algo se pudrió en mi cerebro, acaso la certeza de morir es lo único válido. Las historias de amor ya no me importan ni esta lágrima ausente de sentidos. Dios, levantó la sábana, lúdico, incoherente como todos ante la consecuencia de parecer cursi. Se rió olvidado de mañana, de que mañana estuvimos uno frente al otro deslizando las bocas por el hueco más inverosímil. No importa reconocerme, que su índice marque el sitio donde mi cabeza dormita sin recuerdos.
Antes yo era veinte y cinco grados menos fértil. Las historias de amor vuelan de noche, la noche es un punto particular en la memoria, efímero en su apariencia. Marcho, mis uñas adquieren un extraño color, es una señal, un sonido sólo perceptible a la fragilidad de los metales. Camino, él observa desde el otro lado, idéntico a las monedas de chocolate. Me llama, continúo sin prestarle atención. Las historias no son iguales a los principios; se aleja, quisiera insistir. -No me importa, arrojo la sábana en el umbral, la gota sigue allí, seca, ausente de preguntas, mirándolo fijamente, sin respuestas.







Irasema Cruz Bolaños
(La Habana, 1971) Poeta y actriz. Perteneciente al grupo de creación literaria Ala décima. Posee varios premios nacionales y provinciales. Ha sido incluida en diversas antologìas sobre poesìa cubana.

lunes, 10 de mayo de 2010

Poesía de César Toro Montalvo


César Toro Montalvo, poeta mayor, amante de la vida y la amistad, vive como El Principito de Saint exupéry tambien en un mágico asteroide, gracias a ello gozamos todavía de la poesía y humanidad del maestro.
A continuación los dejamos con algunos poemas de uno de sus mejores libros "Desde la vida inmnesa".

Quiero vivir durante un siglo


Quiero vivir durante un siglo
Darme un día de esa suerte para cada planeta
Repetir los idiomas de todos los labios
Mantenerme unas horas con luna llena
Ser el árbol que representa mis venas
Ver cada pàjaro como un compañero de mi canto
Dibujar desde un sueño los suspiros más hermosos
Beber la última gota premiada de la tierra
Saber que millones transitarán después de nosotros
El orbe por ese afán se detendrá un segundo para mí
Sentiré que la paloma rebuscada está en el vocabulario
Tal vez sea el último que tendré un círculo maravilloso
Ese círculo será el sol que calentará mi pecho
De ese modo seré el milagro de un niño dormido
Pero un día desapareceré como un aerolito
Si me ausento de todo y de mí
No habrá lágrimas salobres prestadas del mar
Pero aún tendré días de luz
Siglos de cultura terrestre
Manos que escribirán para mis próximos advenimientos

En fin
Quién sabe...
Quiero vivr durante un siglo





El mar es tan breve

A Justo Jorge Padrón


La profundidad del mar
no tiene cabida en nuestra mirada.

Cierro mis ojos para contenerla.
La vida es tan breve
que no alcanzo su misericordia.

El mar se ha almacenado en una piedra,
y no es el mar.

El mar es mi casa.
su punto sin límites
está en medio de todos.

Tengo todo. Tengo el amor,
pero aun no me es sufuciente el mar...

Gota a gota construiré
el amor,
y con ello - supongo -, me llenará
todo, todo el amor del mar.

el mar es tan breve
que me falta la vida.




Las palmas de Gran Canaria,
12 de diciembre de 2002






La máscara


A todos -supongo-
se nos cae la máscara.

En algunos
Aparece
Como una lenta sombra.

A otros se da idéntica.

Cada uno se ofrece
En máscaras.

Si avanzo, está ahí. Si retrocedo,
Es otra en su vario sueño.

Por qué mi máscara
Es de varias
Máscaras.

¿Dios estará allí?



Madrid,
18 de diciembre de 2002







La muerte no existe



Cuando se muere
no se muere
de vida.

La muerte es un sueño
que la vida prolonga.

Es mentira
-está probado-
la muerte no prolonga todo.

Para vivir
eternamente
¿necesitamos de la muerte?

Los seres eternos - lo saben-
no han muerto eternamente.

La muerte
sólo
es un sueño
de unos miutos, años, lustros,
o siglos.

Si sabes que vivirás.
No necesitas que la muerte te llame.

Ya sabes lo que es la vida.
Ya sabes que la muerte
es un sueño dormido. Ya sabes.

La muerte no existe.



Madrid,
16 de diciembre de 2002







Desde la vida inmensa



Ama desde la vida inmensa,
extremadamente sin límites.

No dejes que la vida, afán de nuestro ser,
se disuelva en la tierra dulce, fuera
del ritmo del odio, sin saberlo
en la sociedad, en un acto tan puro
de energías de imágenes vividas.

La vida es un regalo que nunca espera.
Como un ángel
abre la yema de la mano.

Tómate el tiempo en la medida de la intensidad.
Alégrate que la bóveda -oro tan nuestro-
se abra como un cerebro grandioso que celebra.

Es hermoso leer la bondad de la inmensidad.

Desde la vida inmensa,
desde el mundo,
en su ciencia exacta,
entrégate
a la vida.
La vida es inmensa todavía.



Madrid,
12 de dciembre de 2002

martes, 4 de mayo de 2010

Poesía de Boris Espezúa




Boris Espezúa, poeta puneño de verso telúrico, claro como un manantial inagotable, ha sido ganador recientemente del premio Copé de Oro, 2009, con el poemario "Gamaliel y el oraculo del agua". A continuaciòn entregamos algunos poemas del libro en mención.


A. LOS SEBOS DE LLAMA.



II.- Titikaka, dibuja el rostro con yema tierna para llegar al sol.


Todavía quedará la clara miótica
en mi lecho acunado
por el cual volveré a mis raíces
hasta mi próxima muerte.
Con el agua primera que vio Tales de Mileto
y los Apus del Altiplano
con su agua secreta que es la sustancia
que da vida
en lo más alto de su misterio.
Nací, ofrendando las honras para las almas
y así evitar un tormento eterno.
Ahora está corriendo
otra vez la serpiente dorada que salió de la sal
entre las punas y urbes repta sigilosa
alrededor de un rito de hombres con
plumas gigantes y con cabeza de llamo.

La aguas guardan nuestros sueños
no tienen otro lenguaje que su propia
inocencia.
Desde entonces los insectos silban
en la orilla
para no despertar las aguas crecientes
elevándose sobre la noche.
Soy el origen que regresa
con el saltamontes que brinca en los apriscos
persiguiendo a las mariposas antiquísimas
y a los escarabajos por las cumbres
donde enterraron a los muertos.
Ese escarabajo de la edad terciaria soy yo.

Hay una cruz extendida en la pampa
hay otra flotando en las aguas del Lago.
Allí tengo mi cuerpo disperso y plural
que busca salir a una nueva luz.
La Pachamama gira su matriz aúrea
con su poder repristinador
en el anfibio Suche que no se inmuta.
Vengo de los extramuros de los siglos
donde el callar se oye y el saber no se ignora.
Con la tardanza de nuestros orgullos.
Para eso tenemos nuestras casas
con el barro mezclado con alimentos
para tener resistencia los muros y los espíritus.
Las frías horas arden y queman helando
una fe surcada sobre una culpa
que busca retirar el velo de una buena vez
de la quintaesencia de luz con el cigoto cósmico.






H. SOY EL OTRO


En el acertijo de las verdades
descubiertas con el fuego
un hórrido abandono apagaba
sus artefugios
en su pupila negra.
El otro en cuanto ajeno es interiorizado
de forma indiferente.
Sacralizado en el juego de los espejos
que refleja su desfiguración.
La construcción del otro es una necesidad
atávica para la conversión de uno mismo
para la retícula de nuestras significaciones
o la visión deformada de lo ético.
¿Es humano odiar?
Lo mejor es sentirse inmerso en múltiples
sí mismos.
En aquél tórrido espejo reactivo
un ser que no tiene rostro se asemeja
a su verdadera cara simétrica,
y deja ser un extraño en uno mismo.
Para volver al crisol de la pregunta
¿quién soy?
y en esa urdimbre respuesta
hacer rodar la paradoja
de ser el mismo que el otro.







O. LA SABIDURIA DEL AGUA.


I. Te vas con un río sin agua en los párpados y dejas poesía
haciendo sus versos circulares.



El agua es el devenir único y eterno
una cualidad que se divorcia
y se constituye en sí misma
en un rebrotar y ampliarse de voluntad.

Todo lo existente proviene del agua
se le bebe y se le cuida en el capullo
ovárico del vientre de una tersa flor
porque es garantía
de energía y sobrevivencia.
Los griegos sabían que la esfera del agua
se evapora hacia la esfera del fuego
con implacable furor el sol calienta las aguas
hasta su primer hervor
cae sobre la tierra y la compenetra hasta elevarse
y volverse fuego en la atmósfera.
Los Aymaras sabían que no hay que pelearse por
el agua, porque termina por aniquilarte
ya sea ahogado o ya sea muriendo de sed.
El agua renueva las transformaciones del devenir
las emociones, la perseverancia y nos libera.
En ella se contempla el universo
en perpetuo movimiento.
El agua es depositaria de temores y de misterios.
La noche duerme siempre sobre el agua
mi corazón se acurruca al pie del agua
y ella silenciosa guarda mis secretos.






P. MANCO CÁPAC.

Has llegado a casa.
Siéntate en ésta estera de totora.
Esperemos el sancochado de Karachi,
entre tanto has volar los pájaros rojos
que guardaste en los ojos.
La chicha tarda.
Su sustancia es como tú, un padre
que ha recorrido las islas del tiempo
y los ciclos de las raíces de atormentadas
lluvias.
La espuma del airampo
calmará tu sed y tu corazón.
Entre tanto otro sol se prenderá en tu mirada
y reflejaremos la memoria,
en un espejo que tenemos guardado
hace siglos.
No te agites, aquieta tu respiración.
Esta casa está curada
se aniquiló a la serpiente roja
que dormía en el techo y al sapo
de dos cabezas escondido bajo el batán.
Hace tiempo el viento ya no levanta
nuestras cenizas al horizonte,
y nuestra sangre ya no hace surcos
en el fondo del lago.
Entre tanto con tu presencia el agua queda
en paz, el lloriqueo de las aves y los
huesos enterrados.
Te levantas y el báculo dorado
corta en parte la luz por un instante
el mediodía se hace media tarde.
Señalas al este un camino entre las aguas sagradas
que se levantan a los costados
los peces cruzan en arcos la partida
y antes de irte nos dejas un huevo de piedra
con puntos de plata
en nuestras manos para que renazca
el Pez de Oro
y detrás de las sombras recojamos nuestros pasos
seguros de andarlos otra vez.







S. LA NIÑA Y EL CAMPO.

“Ahora mismo siento que las danzas
hacen crecer el tiempo en las alturas
hasta cerrar mis ojos de perpetuidad”




I.- La niña gira su pollerita como kantuta tierna.

Llevas un río en los ojos
filigranas de oro líquido
la sangre milenaria del sol.
Otro río se escapa de tu voz hacia la aurora
desde el fondo de la aguda voz
y de la oscuridad ominosa del grito.
Ríos del alba cuelgan en tu cintura
en su rizada cabellera
un oleaje de lisura revolotea al vaivén de tus caderas
vuelves a danzar con el dulzor desnudo
de tu inocencia de crepé.
“Nacen pájaros para salvar el arroyo
en la danza, cuando vienen los cóndores
y las águilas para hacer desfallecer los ríos”








X. SEÑORÍO KOLLA.


Aún desde abajo se sienten en la entraña
los ciclos de los azules moscardones.



En las profundidades del Lago Titicaca
las totoras de viejas raíces
salieron a ser encendidas
por el sol y ardieron entre el agua y el fuego.
Salieron de sus aguas los Lupakas
recios talladores de la médula del viento.
Los Aymaras, febriles pájaros negros
dibujantes de los cielos
trazaron las líneas de las manos del firmamento.
Salieron naves doradas a perderse en las lluvias
y en la hediondez de los caminos sin retorno.
Se urdieron los ecos
se revitalizaron los genes.
Los cantos se preñaron de alquitrán
y florecieron los imaginarios
con su horizonte de sentido.

Bajo la tierra
la serpiente emperlada de venenos
Diosa del océano del dolor
dio la mordedura de cinco siglos
que nos volteó la cara con un sopapo del tiempo.

Aún desde arriba anida en la entraña
los ciclos de los azules moscardones.


Retumban de regreso los oxidados húmeros
desde las extremidades del Lago sagrado
al compás de los truenos
anunciando la vuelta del puma enloquecido
para recoger rostros
silencios y alaridos.
Los reuniremos con las totoras y pajonales
flotando de las profundidades de las aguas
el nuevo fuego en nueva agua
con fraguado azogue
hasta hacerle tragar a la serpiente ancestral del dolor
el estallido de cinco siglos
tejido y envuelto en tocuyo
y hacer que nunca más siga reptando en nuestros sueños
de universo abierto
sacando su lengua partida con la sombra de su derrota.






BORIS GILMAR ESPEZUA SALMON, nació en Juli-Puno en 1960, Abogado y Educador, Docente de la facultad de Derecho de la UNA-Puno de Pre y Postgrado. Ha publicado "A traves del Ojo de un Hueso" en 1988, " Tránsito de Amautas" 1990, "Alba del Pez" 1998, y "Tiempo del Cernícalo" en el 2002.Fue finalista del Cope 1996, 2do. Puesto del concurso nacional CAFAE Educación 1987, y 1er. Puesto del ICPNA en 1989. Es colaborador dominical del diario" Los Andes" y de la revista de literatura del Cusco " Sieteculebras".

lunes, 26 de abril de 2010

Poemas de Mara Gazlak


Mara Gazlak es una jòven poeta que retrata sucesos cotidianos de la vida, la ciudad se convierte en su punto de partida, en su fetiche, Lima no es el Parìs que retrataba Maupassant pero muchas veces se le parece.




El Viajero


Nido de pájaros, cabeza mía.
En la penumbra en medio de colores extraños.
Todas las formas hermosas multiplicadas
devenían con rayos violáceos.
Magras mis facciones y lilas las uñas, flores a mis pies
como buen ofrecimiento.
Una mujer en lo alto de mi corona alborotada y
un hombre en mi alma
dando muestras de dolor en el vientre al nacer.
Muy elevado seguí y continué
dos aves sucias recorrían encima de una piel
¡olor a podredumbre!
todo mi respirar invadido se acortaba.
El aliento de mi boca guardaba el tabaco y el hachis.
Mientras aquellas aves comían los restos regados
salpicaban sus tripas, su colón amarillo reventándole la hiel.
La furia de un volcán parecía estar en calma.
Yo me sentía liberado y fuerte
no sabía hasta cuando duraría la emoción
mi pecho acongojado liberaba esporas ácidas
y sonriente en el lecho
vi esas aves llevarse mi corazón.




El Puente De San Ex - Pedito De Caconia


Por el puente de San Ex – Pedito de Caconia
Mueve el vago sus piernas del norte al sur.
Ríos oscuros y aves hoscas revolotean sus cacas por las aguas
Delicadas perfumadas a lo Paris Parfum
Vagos los que van andando por ahí, otros comercian panes con queso, tortillas grasosas y maca licuada
¡Un desayuno al paso, joven le apetece!
¡Oh los ríos oscuros! Que bien ondean la bandera de
San Ex – Pedito de Caconia
Véase que rostros se compungen
Que un ave en revuelo circula y rodeando la bajada
El puente sobre el río
Termina llevando los pasos del vago al trabajo.
¿Qué será pues luego?, el vago tiene las tripas afuera
Risa y risa, sube al carro y desde su ventana
San Ex – Pedito de Caconia lo despide hasta el otro día
por la mañana
Sus negras compañías alando de su mitra
Los basurales de Lima acuosos por las aguas en la caída
Y tres mendigos sin jardines van con el vago por los cerros.
Pronto yo, mi pupitre y mis números.





Los Cantos Idiotas


Un día hasta las letras se entorpecen
El poeta germina en su pecho hiedra
Va cantando por ahí a la nada.

La planta se origina en su tallo torcida
Rebasada de clorofila en calor.
Un día nos traicionan las hormonas
Nos idiotizan, nos taradean.

Babeamos como perros
Besamos como peces
Nos torcemos como gusanos
¡Nos prodigamos! ¡Nos escaseamos!
Vamos cantando por ahí a Tanathos.

Un día nos traicionan las hormonas
Nos echamos a dormir sueños húmedos
Nos despertamos empapados
Nos vamos, nos quedamos
por el camino del peligro.

Hemos dejado una mañana el hogar
Para la noche estamos en verdes pastos.
Recostados con la hierba cubriéndonos la erección.
Nos queman los labios, suspiramos
Nuestras orejas se ponen rosadas de alegría
Nos idiotizamos, nos hacemos imbeciles.

Cambiamos, mentimos y tratamos de ser buenos
Porque uno hace lo que lo hace feliz
El cuerpo rojo en el momento
Los gemidos en proceso
Nos idiotizamos, nos volvemos imbeciles
Hasta ser otros.

Hasta el poeta se idiotiza
Sus letras se entorpecen.
Se echa al río, se echa al mar.

Un día de él no es el amor
Y tampoco el amor es de él
Nos hacemos felices
Nos hacemos perdidos
Nos hacemos cualquiera
Demasiado buenos
Demasiado malos.

Generosos, bondadosos, dadivosos
Vamos cantando por ahí a Jesús
Invocamos al espíritu santo de los cielos
Oramos con fervor a Dios.

Mezquinos, egoístas, envidiosos
Vamos cantando por ahí a Satán
Invocamos a Belcebú de los ardores
Oramos con devoción a Mefistos.

Un día nos traicionan los impulsos
Vamos cantando por ahí a la nada
El poeta germina rosas en sus manos
Va cantando por ahí a la Vida.




Crespura


Los rizos ariscos del mar
Onda con onda
Beso y mordida
Junto a las voces en conchas
Hablan a la mujer de mujeres.
Los rizos de los pelos de esa mujer
Se hundieron, el mar la vio
Ojo con ojo
Alegría y amargo.
Junto a las voces sentose un curioso
Se enredaron los pelos
Maraña con plancton
Peces y sal
Junto a la orilla hallábase un hombre
Ahorcado.
En la onda con onda
En el beso y mordida
Desde el ojo con ojo
En alegría y amargo
Por la maraña con plancton
Entre peces y sal
Rodeando su cuello
Rizos de mujer.




La Calle de los Gatos Techeros


Gatos azules y rojos, ojos brillantes caminan
Esta calle ha sido llamada años atrás su hogar
Gatos grises, simulan, ser claros bailando,
Bailando los miran, saltar entre la pista y la acera
o entre una calle, el hangar y un boulevard
En mis ojos - desvíos, perennes, perdidos sus garras
Regresa la inocencia de los primeros años de infancia
insurgiendo frenética, mi dulce infeliz,
un animal estallando en pedazos maúlla, un indecente dulce
describe el amor de un pasaje
un taxi, un boleto de ida y hasta un mañana quizás.
Un gato negro, bien negro juega a arañarme mis dos ojos de piedra
Y más abajo sonrío con su cola enredada en mis manos.
Es esta calle también mi lugar, el nuestro y la de todos los gatos
y cuando voy, vuelvo a respirar del añil y una bolita de pelos atorada
en mi traquea, regresa la tos del enfermo que se llama feliz.




Mara Gazlak (Lima, 1979)Realiza estudios de Economía en la Universidad Nacional del Callao, y de Música y Bel Canto, en el Conservatorio Nacional y en el MALI. Participó colaborando para revistas virtuales como Casa Barbieri, Danza de Letras, El Barco Ebrio, Crisol, Escrito por el Fuego y otros. Perteneció al taller de creación literaria "El Tapir" durante los años 2006-2008, colaboró conjuntamente con alumnos de la Universidad Nacional Federico Villareal en grupos literarios y de lectura. Ha colaborado como corista en eventos musicales como el Primer Festival de Reggae hecho en el Perú y en demos y discos de diversos artistas de rock locales.También ha sido letrista para bandas como Merce,el Pulpo Mágico, Sudameric Roots Reagge, entre otros.En mayo del 2008, participó en el recital de los viernes literarios en el Centro Cultural "El Averno", junto a poetas como Johnny Barbieri, Ricardo Ayllón y Mercedes Tinoco. Vocalista de la banda de rock Noise.En los próximos meses, espera concluir la publicación de Flores Carnívoras, el primero de un conjunto de cuatro libros que aún no ha publicado.

martes, 20 de abril de 2010

Parte Uno Parte Dos Aparte Sin Parte de Enrique León



La poesía es esencialmente tiempo, se edifica siempre dentro de tres estadios: pasado, presente y futuro. Es aquí donde el poeta idealiza momentos que luego transforma, como diría Gustav Jung en arquetipos o en la destrucción de su propio mundo como búsqueda de un equilibrio social y de justicia. Parte uno Parte Dos A parte Sin Parte de Enrique León (Esto no es una puta editorial – Lima, 2010) nos muestra en primer término (Parte Uno) la exploración de una intima verdad, el reclamo humano del superyó tras la autocensura impuesta por aquel Yo débil, que se ofrece siempre a la tragedia, a la desventura, donde los sucesos de la vida han sido, son, y serán siempre momentos inconclusos, realizados tan solo en la imaginación de aquel ser como un modelo jungniano de ensoñación, de auto castigo, donde la vida se transforma en una secuencia de actos fallidos, merecidos desde la visión del sujeto poético: “… quiero que me ayudes a continuar/ y sonreír / corazón/ al lado de esta cicatriz y su corazón (…) … mi voz te dibuja/ en un cúmulo de papel mojado/ y se embriaga como un animal/ de siete cabezas y se embriaga/ y se tritura en siete días/ en siete vidas/ en cuatro pedazos/ por quererme como no te quiero/”. (Parte Dos) en el ejercicio cotidiano de la vida, los seres humanos se nutren de sucesos que van delineando su forma de sentir, pensar y existir, el hombre es un gran recipiente donde se acumulan a lo largo de su paso por el mundo todo tipo de experiencias y recuerdos que van dejando una huella imborrable que edificará su tiempo como producto de sucesos ocurridos en el pasado. Es así como el poeta logra proclamar su reino en el ahora, en el desenfreno de su juventud ginsbergiana, pertenece a un presente donde los sentidos (olfato, gusto, oído, tacto, visión) rinden culto a los grandes dioses modernos, Eros y Thanatos, se abren a la vida dentro de su capullo, aún en estado larvario, sensualidad y muerte extienden sus frágiles alas como acto de autentica liberación: “te haré el amor como si fueras una sombra/ te lo hare sin amor/mientras tu lengua/ sorbe esta vida/compañero/ el silencio es una mariposa”. (A parte) echar una mirada al pasado conlleva a desenterrar episodios de dolor, en este caso, una mirada a los padres desde un pasado silencioso, fantasmal como la figura que se pasea desde la memoria por la casa, sin ser visto, puede el poeta escuchar el sollozo de la madre y conmoverse ante su resignación, ante su eterno cordón umbilical, porque la figura materna actúa como un fetiche no realizado, el Edipo que proyectamos en otras mujeres a lo largo de nuestras vidas: “mi madre madruga por las noches/ por su hijo odia la razón del paso de los días (…) hoy mi madre llora la ausencia/ De mi amor infantil/ y una vez más me roza con sus ojos tibios”. El padre en cambio será por antonomasia la figura de Layo, el rival a vencer, sin embargo, existe una extraña contradicción, un sentimiento casi psicótico con el enemigo que lo tiene todo: admiración y odio. El lenguaje del silencio puede herir mucho mejor que una lanza, no atraviesa la carne pero si destruye lazos; En las relaciones familiares existen dos tipos de verdades, las que se aceptan y las que no se perdonan jamás: “me duele este silencio compartido/ con el tuyo/ y que nació en tu camino/ pero / padre/ tu querer es mi querer/ y tu silencio el mío”. (Sin Parte) la resignación puede llegar a ser una cloaca donde se aprende a vivir en soledad, a sentirse más seguro lejos de los afectos, sin esperanza también se construyen alegrías opacas, grises como el lomo de las ratas, alimento suficiente para el que entiende que la vida no es siempre del color que uno quisiera. Quién no se ha detenido a pensar que su vida jamás alcanzó la dimensión que alguna vez soñó, quién no se ha sentido desamparado en la soledad de su cuarto, quién no ha llorado sin motivo aparente alguna noche: “estoy cansado/ mi madre no está y mi padre no ha venido/ y tengo sed de tanto mirar el barranco/ de tanto verde tanto verano/ y de/ t a n t o (…) … sin embargo esta es/ La casa del señor/ la que se traga los recuerdos de mi madre y los silencios de mi padre/ y un poco de mis palabras cuando pido perdón/ por el tiempo/y por esa felicidad/ que a veces/ escribo con f de fealdad”.
Con Parte Uno Parte Dos A Parte Sin Parte, Enrique León hace su aparición en la escena poética nacional, y con esto confirma que la joven poesía peruana aparte de mostrar voces disimiles, atraviesa por una etapa de fecunda creación.


Raúl Heraud A.
La Molina, 20 de abril de 2010

viernes, 26 de marzo de 2010

Poemas de Thais Ballenilla (Cuba)


Thais Ballenilla es el nombre de esta gran poeta cubana a quien tuve el honor de conocer en el Festival de la Habana en mayo de 2008, me impresionò la fuerza de su verso, la claridad y frescura de sus imagenes, ademas del humano discurso cargado de una sensibilidad pocas veces apreciada; tuve la suerte de compartir poemas y charlas sobre La Habana, Martì, Eliseo Diego y Vallejo a quien admira fervientemente. Puedo decir que gozo de su amistad y cada vez que los azahares de la vida me acercan a Cuba es necesario visitarla. Esta poeta mayor nos ha obsequiado algunos versos que a continuaciòn entregamos:

LA ÚLTIMA PINTURA


La muchacha desnuda,
indefensa bajo la tiranía de los pinceles,
en orfandad de telas y cojines,
inocente retrato
no hay cuello de cisnes ni pubis negro,
ni mamas con rosas,
el pintor ciego regaló sus ojos,
trazos deformes bebe el lienzo,
agua de sueños son las acuarelas
y Cundo perece sobre el caballete.







ADAGIO PARA UN DESPERTAR.


Pájaros, sólo pájaros conversan.
La línea fija en el cráneo. Todo es un objeto de memoria,
lo diario-pequeño,
la manera de revelar la insensatez y
la rutina.


Acaso el capricho es tan satánico como la casualidad.


El yo-visionario, bebedor sin límites,
guardián de tantas profecías
no puede acomodar a la mujer pignorando
sus cándidas parcelas.
El yo-intelectivo a puños viene,
reprime el aroma del café con un azul tan lento.


No es preciso encontrar una respuesta para
la cultura de la ausencia.


Persiste la memoria en un cuadro de Dalí.
Los peregrinos pasan sobre las sombras de la tierra,
con ese corazón perfecto,
Los advenedizos se quedan en las grandes avenidas,
solos en la alta noche.

Nadie creerá en un pintor neurótico,
en una poetisa histérica,
distribuyendo las razones,
la disciplina de ser lo que soy:
la pura señora en el momento puro,
y ver como ha corrido el tiempo.

Sueño y no quiero soñar-
no sea que despierte
y tenga a flor de labios la misma pregunta.







ANTÍFONA


Por Eliseo y Baquero



Nunca pensé en la muerte del ser como puro existir
la única medida fueron la quinta soledad,
un cuarto alquilado,
la posibilidad de ser nostálgica,
la cristomanía,
el dolor pudriéndose en el pecho,
el anonimato y las negaciones.


Absurdos.
Las palabras (puras) solo pueden ser escritas en la arena por un inocente.


El péndulo se aprovecha de las horas
con la rabia de Dios en las costillas,
la luz del marginado yo - huye de su generación-
( id profundo) bajo la frase que lleva las cenizas,
en un río de penas descubiertas.
Solo encontramos palabras para lo que está en palabras.
El asunto no es gastar papeles
por delirio,
por contrato,
por recordar lo que ya es historia.


Sacralizo el último rostro con una razón exquisita,
ocurra lo que ocurra,
algo le sobra de humano a la muerte.


Minúscula muerte y sus clasificaciones:
la ficción,
modelos de humanidad domesticada
(es posible en un segundo soñar toda la obra de Proust)
la ausencia de Cronos (nadie puede venir después del último)
el está bien que mal termina,
la Nada nocturna,
el egotismo y la paridad.
Vanidad de vanidades


No era la muerte el único refugio,
el eterno retorno de aquel listo alemán no me convence.
No soy un modelo sintético.
Prefiero la Divina Comedia,
y después, quizás encuentre (descalza) algún jardín.
Aún cerca, la muerte no es más que un cuento furioso.
Déjame olvidar el versículo del Zaratustra y vivir mi propia luz.







Qué le debo al silencio.


Es un ojo que apunta…

Cesar Vallejo




El silencio es un ojo que apunta,
sobre el yo,
producto melancólico entre el agua libre
y el agua estancada,
vaciándome gota a gota,
los grifos de la niñez nunca pasan de castaño oscuro,
vaciándome gota a gota,
sostienen la casa como una verdad extensa.


Cierta historia le debo al silencio,
el pan- duro o los pedazos,
la santidad de la lengua y sus perfecciones,
la premisa de sortear el amor diario (eternamente inmóvil),
y luego
gritar al por mayor los nombres de todos los seres que una vez rieron,
porque todo estaba premeditado en una casa vestida de arena.


Puedo morir y ver a Dios como un hobbit
confesar que yo era algo más que aquella mujer del Amado Vicio
y después poco me importa soñar con los aretes puestos.







DIÁLOGO CERRADO


Inútil fue la voz, el silencio fue su único recurso.

La escucho, poderosa y real como el grito.

¿Qué hablamos? Lo que cabe hablar en las cómodas sillas; me alegra su suave tono.

Es una voz de niña- con el hilo y el añil del agua- .

El aliento conmueve el interior de la casa, los cuadros y los helechos colocan su vejez en las sombras.

Un viajero toca la puerta donde no existen cerrojos, la perfección soporta la húmeda penumbra, anega los cofres.

Buenas tardes- dice con un afán estéril- ignora la memoria.

Miro otra vez los cuadros de las musas gordas y no encuentro pábulos para el salobre del agua.

Aquí estamos las hojas y las lombrices como una negación en la última escena.

Afuera la vida es tan extraña, algunas criaturas,
otros, animales sin voz para confesar la convivencia.
Pero la voz se aprovecha de la noche, y huye.

Después de todo, una voz tan frágil, no es posible que venga a cobrarme la nostalgia.






ANALOGÍA


Y al ver la prodigiosa analogía
que vincula tu historia con mi historia
llena de sencillez y poesía,
te consagro esta pálida memoria.
Luisa Pérez de Zambrana.



El libro debe su linaje al tiempo,


(todos salvan la luz
para guardar la memoria)

No ceso de guardar esa memoria y
miro la luz,
a mansalva de las sombras,
llena de sencillez y de poesía.








RITO DE DOMINGO


Ya sabrá el silencio que solo tengo un domingo al alcance de la mano.
( vocación del que cuenta),
Los retratos, las abuelerías y
el olor de familia solicita los mendrugos,
el polvo de los sábados,
la humedad del techo,
el eco de la escoba… hondos y puros.


De qué vienen a quejarse los pájaros terrestres
acotados en el centro de la sala.
Retadores que pactan alguna tregua sobre la lenta memoria
y el olvido rápido.
Se ha detenido la vida. Nadie admite lecturas en la línea de las manos.






CINTURON DE CASTIDAD



C´ est toujours la seule-ou c´est
le seul momemt…
Gérard de Nerval




Todo puede ser muy controvertido,
la visión de alguna especie amalgamada.
Cien versiones de lo que puede ser un buen amante
cien graciosas farsas,
un gran pretexto para arañar paredes
y envolver el santo monte en trapos de lino.

Un milagro contiene muchos milagros.


Las mujeres nos las arreglamos de algún modo,
pláticas,
un sedante,
la manía sobre las cuatro patas de la verdad,
al final las abluciones
y las violetas aguardan por sus ramos.


La inocencia – en broma-
recuerda la clave de los siete cuerpos del hombre
y el libro mejor escrito de la sexualidad.


Un silencio,
ni mejor, ni peor, rescatando una buena biografía.


Aun eres (una) joven de mil maneras.


Tal vez recuerde La Fuente de la Virgen,
conciba algún tabú para

los que juzgan a una prostituta
aborte el suave olor del Evangelio sobre el papel.
Prefiero las excepciones y la ridiculez.
En este minuto, una mujer sin nombre podría escribir versos,
versos,
versos.








VOY A BEBER DE TU AGUA ESCRITA



En una gota de tinta hay un gran almacen
Wilaswa Szymborska




Los axiomas rebozan la taza de coraje
las emociones: ángulos de pureza
reflejan el hocico del corzo,
afán absoluto del que gira y gira sin un nombre,
obsesión que hace aguas la casualidad.


La analogía
sobre las hojas blancas,
con la primicia temporal del jesucitado,
desaparece, entre las salmodias.



Aquí reinan otros derechos, en blanco y negro
una flecha torpe de belleza
el pájaro- ave noctámbula- que otorgó la pluma
entre las agonías que pasan por mis manos.


Quizás he recibido ráfagas vitales,
resortes de voluntad,
y las vejeces resistan
la complejidad de los quejidos,
las cicatrices rectas y oblicuas
del mar que transita con sus llaves rotas.

Quizás el cambio de sueños sea una necesidad,
y no el embrión que fingen las palomas,
como un decidor bajo un paraguas.

Busco la lluvia que atraviesa el fuego
me coloco por encima del lado “M”,
con la misma manera de ser –solamente yo-
caos ordenado en sí,
con la posibilidad de perpetuar a tiempo la memoria.

Quién sabe para quien escribe.

A pesar del chachareo y las reliquias me cubre la alegría de escribir, versos.